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Jardines comestibles: aliméntate de lo que cultivas

jardines comestibles

En los últimos 20 años, cerca del 80 % de los clientes que han llegado a Alnus han valorado la posibilidad de poner una huerta en su jardín.  Aunque últimamente parece que se ha puesto de moda, el origen de los huertos urbanos ha estado vinculado al consumo de alimentos a lo largo de la historia y coincidimos con muchos paisajistas que esta demanda lleva años en aumento y que continuará siendo alta.

Diseñar un espacio nutritivo en el exterior del hogar requiere analizar varios factores como el espacio, la incidencia de luz, los ciclos de cultivo, posibles requerimientos, compromiso en los cuidados, etc.

En este artículo hablaremos de estos aspectos y explicaremos la diferencia entre huerto urbano y jardín comestible.

Los cuidados necesarios de un jardín comestible

La primera pregunta que solemos hacer a quién nos solicita un huerto urbano en casa es: ¿Cuánto tiempo dispones para invertir en él? ¿Y ganas? 

Diríamos que lo más importante para tener éxito y que el esfuerzo de crear una zona nutritiva en casa valga la pena, es que no te olvides de ella y que la cuides día a día. A continuación, te contamos lo que debes tener en cuenta:

Riego independiente

El riego de la huerta debe ser independiente al del jardín ya que las características de las especies y las necesidades hídricas son completamente diferentes. No es obligatorio pero si altamente recomendable.

En este artículo te dejamos unos consejos para tener un jardín eficiente en consumos de agua.

Las plagas y sus posibles tratamientos

Las plagas en cualquier tipo de planta suelen ser algo molesto y si se encuentran en variedades que nos vamos a comer. ¡Ni qué decirlo!

El pulgón suele ser una de las plagas más frecuentes en una huerta y su tratamiento en un jardín ornamental puede ser más agresivo, usando químicos, si se requiere. Sin embargo, en un huerto no debería serlo.

Por ello, la prevención de plagas de animales, hongos, malas hierbas, etc., se vuelve crucial. Y, si por el caso que fuera, se deben utilizar tratamientos químicos, hay que respetar de forma estricta las instrucciones del fabricante y esperar el tiempo indicado entre la aplicación del tratamiento y la recolección para su posterior ingesta.

Las malas hierbas generan competencia

En un jardín ornamental, la presencia de malas hierbas no es un problema para las especies. Como mucho, es una perturbación estética, pudiendo decidir si intervenirlas o dejar que crezcan de forma libre. Recordemos que en el caso de las ciudades, las malas hierbas son beneficiosas y debería haber un plan de prevención para protegerlas.

Sin embargo, en el caso de las huertas, ocurre lo contrario. En la producción hortícola son competencia directa y puede afectar al crecimiento del fruto. No es recomendable que tengan rivales en el consumo de recursos y por ello hay que prestar una atención especial a las malas hierbas haciendo las sesgas necesarias para que la huerta se desarrolle con éxito.

Por el punto anterior, este control debe realizarse de forma manual evitando herbicidas. Como recomendación para mejorar la prevención de plagas, podemos plantar especies beneficiosas en los alrededores del huerto.

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Huerto urbano en el Colegio José Saramago. Proyecto de mantenimiento de jardines.

Las recomendaciones para que tu jardín comestible prospere con éxito

Lo más importante es que la zona de huerta se instale en un lugar muy soleado, preferentemente con orientación sur. Si esto no es posible, se debe buscar la ubicación con más incidencia directa de luz solar del jardín ya que en espacios de sombra, el huerto no prosperaría.

Otro aspecto fundamental es el espacio y el suelo. Ambos deben ser amplios y profundos, para que las raíces exploren el mayor horizonte posible y no se vean limitadas. Los suelos también deben ser ricos en materia orgánica para que generen buena producción. Esto no siempre viene dado, por lo que aconsejamos hacer aportes regulares de humus de lombriz, guanumus o similar.

El valor del paisajismo en la creación de jardines comestibles

Incluir una zona de cultivo nutritivo en el jardín de nuestro hogar puede diseñarse de múltiples maneras. Si la zona va a estar dentro del jardín se puede crear un diseño atractivo para que la huerta funcione como una pieza más del jardín y tengan un precioso valor estético (es lo que llamamos jardín comestible), como por ejemplo, los preciosos jardines huerto de Villandry en Francia.

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Jardines huerto en el Castillo de Villandry (Francia). Fuente: elblogdelatabla.com

También se puede buscar únicamente un fin productivo con la creación de un huerto en el hogar, en este caso, recomendamos que esté en un lugar aislado y separarlo con setos para que esté poco visible.

Por ello, antes de nada, debemos preguntarnos qué valor queremos darle al huerto para poder dimensionarlo de la forma correcta. Si por ejemplo, queremos que sea nuestra fuente propia de frutas y verduras debemos contar con un espacio bastante amplio, mientras que, si buscamos que sea más un espacio de ocio, las dimensiones pueden ser más precisas.

Algunas opciones que planteamos a nuestros clientes son las huertas elevadas. Cuando no son muy grandes, es posible instalar jardineras y elevar la huerta unos 50-60 cm del suelo. Esto facilita en gran medida el manejo y cuidado de la huerta, haciendo que sea un trabajo mucho menos físico. Además, si por lo que fuera, el huerto se llegara a abandonar, de esta forma es más fácil convertirlo en otra zona del jardín con flores y de alto valor ornamental.

En definitiva, los paisajistas ayudamos a crear composiciones equilibradas donde conviven la belleza y la horticultura. ¿Te ayudamos con la tuya?

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1 comentario en «Jardines comestibles: aliméntate de lo que cultivas»

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