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Proyecto en Laguna de la Sal

Recibimos el encargo de realizar buscar una solución para dos espacios de un jardín ya consolidado en una vivienda unifamiliar que sirve como segunda residencia.

El propietario pasa en ella fines de semana, días libres periodos de vacaciones.

La finca se sitúa en una ladera de un pequeño cerro en el municipio de El Casar en Guadalajara. Orientada al sur, es un espectacular mirador del Sistema Central pudiéndose observar desde la Sierra de Gredos hacia el Oeste hasta la Sierra de Ayllón hacia el Este. Justo enfrente se desenvuelve toda la Cuerda Larga, y tras ella el magnífico Peñalara.

Tiene una pendiente bastante notable, por lo que los propietarios en el proceso de construcción de la vivienda optaron por aterrazar, de modo que el espacio está dividido en tres terrazas.

La primera de las terrazas se sitúa a la altura de la entrada principal a la vivienda y posee unas plantaciones en jardinera y en talud, que presentan un estado bastante notable.

Nuestra intervención se centra en las otras dos terrazas, la primera de las cuales se sitúa a la altura de del porche de la vivienda y constituye una ampliación de este en el jardín.

La tercera y última constituye el espacio de la piscina, con una zona de pradera que da servicio a la misma y un espacio para huerta.

El propietario nos ha pedido una solución para los dos espacios que le permitan pisarlos pero que la la vez no le den mucha tarea: No tiene buenas experiencias con el césped, no quiere contratar mantenimiento y no pasa mucho días allí y cuando está prefiere dedicarse a la huerta o a otras labores.

Por otro lado nos pide un estanque para la terraza del porche, pues cree que el elemento agua puede ayudar a suavizar las altas temperaturas del verano y el rumor de una fuente puede constituir un acicate más para el uso del jardín.

Por último nos pide dotar a las dos terraza de elementos vegetales que incrementan el interés y generen algún contraste con el paisaje circundante.

Elaboramos una propuesta que de respuesta a todas estas peticiones. En primer lugar proponemos la creación en las dos terrazas de una pradera compuesta por Phyla (o Lippia) nodiflora, también conocida como Bella alfombra, una planta excelente como tapizante, que soporta el pisoteo, tiene pocos requerimientos hídricos, resistente a las heladas hasta -12ºC, y solo requiere de una siega anual para rejuvenecer estolones. Florece en unas pequeñas florecillas de color blanco entre primaver y verano.

Para el resto de la plantación proponemos una composición con vivaces perennes y gramíneas, buscamos ese contraste con el verde permanente de los encinares del paisaje circundante, con matices estructurales y juegos de color, pero que no tenga una altura excesiva para que no interrumpa la mirada hacia la cordillera y los valles, verdaderos protagonistas del jardín.

El estanque lo resolvemos en una pieza exenta, de pequeñas proporciones construida de fábrica de ladrillo y un chapado en piedra en línea con la arquitectura de la vivienda. Dentro del estanque, una pieza de piedra horadada que hará las veces de surtidor y que ya poseía el propietario.

Dentro de todo el proceso de rediseño del jardín, rediseñamos también la red de riego para que sea más eficaz y permita un ahorro de agua que antes no era posible. Aportamos también un horizonte de tierra fértil en proporción 2-1-1 (tierra-turba-mantillo) que permita un fácil desarrollo de la nueva plantación.

Estamos en pleno proceso de obra, interrumpido desde hace unos días por las lluvias. En cuanto esté terminado os adjuntaremos más fotos del proceso y del resultado final.

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