Claves para cuidar tu jardín

¿Tienes dudas?

Aquí te dejamos las más frecuentes

Llevamos más de 25 años trabajando en jardinería y paisajismo en la Comunidad de Madrid y nos hemos encontrado con muchas preguntas e inseguridades que tienen las personas en relación a dar el paso y tener el jardín de sus sueños.

¿Alguna otra pregunta?

Llámanos al 686 695 551 o escríbenos tu consulta.

Una de las preguntas más frecuentes que tenemos que responder los profesionales del paisajismo es ¿cuánto cuesta hacer un jardín? Y la verdad, pese al empeño, no hemos podido dar con una fórmula del tipo “x €/m2′.

Lo primero es aclarar que se puede hacer un magnífico proyecto de paisajismo y jardinería adaptándonos a cualquier presupuesto, ya sea un gasto pequeño o grande, el diseño de los jardines será en ambos casos bello y sugerente.

Los elementos que más elevan el coste de un proyecto de paisajismo son los relacionados con la obra civil (muros, caminos, cenadores…), el tipo y la calidad de los materiales escogidos, los movimientos de tierras o el tamaño de las plantas elegidas.

En cualquier caso hay partidas en las que merece la pena hacer una inversión inicial más alta, pues a posteriori supondrán ahorros en el mantenimiento del jardín. Estos ahorros en jardinería se producen en:

  • La mejora de la calidad del suelo y una instalación de sistema de riego eficaz que aproveche sin desperdiciar hasta la última gota de agua y favorezca el espaciamiento de los riegos.
  • Las conducciones eléctricas y los pavimentos.

Siempre se deben elegir especies adaptadas al clima y geografía de la zona pues su mantenimiento será mucho más sencillo. En el jardín, el tiempo juega a nuestro favor.

La respuesta es sencilla: se requiere un paisajista para redactar un proyecto de jardín de la misma manera que se necesita un arquitecto para un proyecto de vivienda o un ingeniero para un puente.

El paisajista se forma, entre otras cosas, en el arte y la técnica del jardín. Es pues el profesional adecuado para plasmar en el proyecto las ideas e inquietudes de cada persona y solventar sus necesidades:

  • Resuelve los problemas y dificultades técnicas.
  • Selecciona los materiales adecuados para cada uso y los integra en el entorno.
  • Escoge las especies vegetales en su conjunto que mejor se adaptan al clima y geografía de la zona sin renunciar a la belleza del jardín.
  • Diseña los sistemas de riego e iluminación más eficientes en cada caso para conseguir el máximo rendimiento con el mínimo gasto.

La mirada profesional, permite conocer cómo será el jardín una vez desarrollado y planificar todo el proyecto. Lo que nos permite anticiparnos a posibles contratiempos y proporcionar un resultado que supondrá un ahorro considerable en su mantenimiento y desarrollo.

La presencia de pulgón es bastante común entre las plantas del jardín, sobre todo en las rosáceas o en algunas especies de árboles, arbustos y trepadoras.

Lo primero que hay que señalar es que esta plaga no suele acabar con la vida de la planta, aunque si le puede causar daños estéticos, debilitamientos, estropear la floración y en el caso de los frutales, dañar la fructificación.

Antes de realizar el tratamiento debemos valorar si la presencia de pulgón es lo suficientemente importante como para causar daños a nuestra plantación. Observar si compensa la utilización de insecticidas (que son potencialmente nocivos para nuestra salud y la del entorno si se usan sin precaución), las complejidades que conlleva el uso de tratamientos biológicos, el uso de jabones potásicos, etc.

Una vez que se determina que es necesario un tratamiento, lo que hay que saber es que el pulgón es bastante pesado de erradicar, es decir, los tratamientos han de ser continuados (no basta con una aplicación puntual), sino que se deben realizar con una frecuencia entre quincenal y mensual, dependiendo de la plaga y durante todo el periodo vegetativo de la planta (cuando comienza a crecer, florecer, fructificar…), incorporándose al mantenimiento habitual de nuestro jardín.

Para más consejos contra “bichos” puedes echarle un ojo a nuestro post ¿Cómo combatir las plagas de mi jardín?.

Para mantener una buena salud vegetal de tu jardín, recomendamos acudir a establecimientos especializados para adquirir los productos. También puedes consultar con Alnus…, para eso estamos. 😉

Esta es una de las quejas más frecuentes que hemos escuchado. Y lamentablemente es una realidad que provoca la tentación de dejar de regar, pensar en sustituir las plantas o el césped por un pavimento, césped artificial o una superficie de áridos.

Hay varios factores que hay que tener en cuenta para saber si nuestro jardín gasta mucha agua y por qué:

  • El gasto exacto. Lo primero que hay que conocer es cuánto gasto supone el riego del jardín en la factura del agua de la comunidad de vecinos, empresa o de tu vivienda, ya que en ocasiones se puede achacar al riego, gastos procedentes de una piscina o una fuga de una tubería no detectada. Lo mejor para identificar el gasto de agua exacto que se produce en el riego del jardín es instalar un contador de agua en la toma que suministra al jardín.
  • El sistema de riego. Conocido el dato de consumo, se debe proceder a estudiar el sistema de riego, su diseño y su estado de conservación. Es fundamental saber que no existen pérdidas de agua por roturas o por regar fuera de marco (la zona que debe recibir el agua), comprobar que no se sobre-riegan unas zonas mientras otras apenas reciben agua, verificar que el agua no se escurre y forma charcos o revisar que los tiempos de riego están bien calculados.
  • Eficiencia hídrica. El mantenimiento de un jardín conlleva un consumo de agua, pero con un adecuado diseño del sistema de riego que tenga en cuenta las necesidades hídricas de cada especie y los avances en tecnologías de riego de bajo consumo, es posible aumentar la eficiencia hídrica del jardín hasta un 70% y reducir así, la factura del agua.

¿Necesitas un diagnóstico de tu sistema de riego? En Alnus podemos ayudarte.

En un proyecto de paisajismo, a la hora de determinar qué tipo de pradera hay que plantar, muchos clientes y amigos/as se plantean la duda: ¿césped natural o artificial?

Para tomar la decisión adecuada, es necesario informarse de las ventajas e inconvenientes de cada alternativa. Lo primero a considerar lo define su adjetivo: césped natural o césped artificial.

El césped natural:

  • Aporta cambio y movimiento
  • Actúa como regulador térmico
  • Atrapa CO₂ y proporciona oxígeno
  • Aumenta la humedad ambiental con su transpiración
  • Es fresco, aromático, suave
  • Su contacto con la piel es muy agradable
  • Su verdor es un reposo para la mirada

El césped artificial, por su propia condición, no aporta ninguno de los beneficios anteriores, carece de dinamismo y en exposiciones muy soleadas puede llegar a calentarse mucho.

Sin embargo, el césped artificial:

  • No requiere apenas de mantenimiento
  • No precisa riegos, siegas, abonados, ni tratamientos contra hongos u otros problemas que pueden llegar a tener el césped natural.
  • Está en continua evolución
  • Los precios cada vez son más asequibles, con calidades muy altas que ofrecen un aspecto natural y suave al tacto.

¿Sigues con dudas? En Alnus estudiamos tu jardín o terraza y te ofrecemos la mejor solución en función de tus necesidades y de tu situación. Puedes escribirnos sin compromiso y realizaremos un diagnóstico inicial. Contacta con nosotros.

A veces tienes la sensación de que algo va mal, que tu jardín no es lo que esperabas o que todo lleva mucho tiempo plantado y no crece.

Y te preocupas claro.

Tengamos en cuenta que nuestro jardín no responde a una producción industrial con tasas de crecimiento preestablecidas y de obligado cumplimiento. Sino que es un conjunto de materiales inertes y materia viva. Por lo que debemos hacernos varias preguntas que nos ayudarán a resolver el problema del desarrollo de nuestro jardín.

En cuanto a las especies de plantas de mi jardín:

¿Están bien elegidas? ¿Están adaptadas a las condiciones del suelo, clima, orientación, exposición al sol o a la sombra? ¿Tienen espacio suficiente para su crecimiento?

Respecto a la plantación:

¿Se realizó la plantación debidamente? ¿Se hicieron hoyos de plantación de tamaño adecuado? ¿Se respetó la altura de plantación o se enterró el cuello de la raíz? Si la tierra no es muy buena ¿Se mejoró? ¿Se aportó arena o materia orgánica? ¿La distancia entre plantas es la adecuada?

El suelo y el agua que le llega también importa:

¿El suelo drena bien? ¿hay posibilidad de encharcamiento? ¿Se instalaron sistemas de drenaje?

En cuanto al mantenimiento:

¿Se le realizan o se han realizado podas severas? ¿Se tiene cuidado de no golpear o herir la plantación? ¿Se le proporcionan nutrientes (abonados, fertilizantes)? ¿Se cuida la sanidad vegetal? ¿Es posible que sufran plagas de insectos o enfermedades por hongos?

Y no nos olvidemos del riego:

¿Es eficaz? ¿El sistema que se emplea es el mejor para proporcionar a la plantación la hidratación necesaria? ¿El riego es profundo o superficial? ¿Proporciona a cada planta la cantidad de agua que necesita? ¿Se riega mucho o poco?? ¿Se producen encharcamientos?

Como ves, son varios los factores que debemos valorar. Si hay alguna pregunta que te cuesta responder, contacta con nosotros y te ayudaremos. Somos especialistas en el diseño y mantenimiento de jardines ya que llevamos más de 25 años trabajando con espacios exteriores de todos los tipos y tamaños.

Aunque parezca mentira, muchas personas parecen creer que hay un tipo de plantas que “producen bichos” (¿Quizás por generación espontánea?) y otro tipo que no los produce.

Sin entrar a valorar la importancia de los insectos para el equilibrio de los ecosistemas y la necesaria biodiversidad, conviene dejar claro que la presencia de insectos en nuestro jardín es además de inevitable, beneficiosa.

Hay, no obstante, toda una serie de insectos que nos pueden resultar molestos, como mosquitos, avispas, abejas, u hormigas, y otros cuya sola presencia, por causa de alguna fobia o de algún prejuicio cultural, nos resulta insoportable o al menos muy desagradable.

Debemos contemplar nuestro jardín como un pequeño ecosistema y tener tolerancia con la presencia de insectos. Cuando estos amenacen la salud vegetal o la nuestra propia, entonces sí puede ser momento de intervenir.

Algunas acciones que pueden ayudar a prevenir la presencia de insectos molestos:

  • Evitar los encharcamientos y el agua estancada puede ayudar a disminuir la presencia de mosquitos,
  • controlar las posibles plagas de pulgón o de otros insectos chupadores podrá reducirá la presencia de avispas que se ven atraídas por las melazas que producen los mencionados chupadores.
  • Si tenemos problemas o alergias con las picaduras de abejas, deberemos tener cuidado en la selección de las plantas de nuestro jardín evitando en lo posible las especies catalogadas como melíferas.

Pensemos también que si vivimos en un entorno en el que se den de forma natural las condiciones ideales para la vida de cualquiera de estos insectos, por mucho afán que pongamos en evitarlos, nuestros esfuerzos serán poco o muy poco recompensados.

Por tanto la mejor opción es llevar a cabo un adecuado mantenimiento de nuestro jardín, tener mucha calma y disfrutar de lo que le rodea.

A cualquier persona que esté pensando en dedicar una parte de su jardín a pradera, en algún momento le surgirá la duda de si lo mejor es tener un césped mediante siembra o mediante la implantación de tepes (césped ya precultivado y que generalmente se puede obtener en planchas de 1 m2).

Lo que debes saber es que con cualquiera de las dos formas se puede obtener un césped de gran calidad, pero para poder elegir la que más te conviene hay que conocer las características, ventajas e inconvenientes de cada una.

Empezaremos por la preparación del terreno o su mejora si procede, la cual es igual para ambos casos.

El césped en tepe es más costoso en su instalación, en algún caso hasta 10 €/m² más que la opción de la siembra. Sin embargo, una vez instalado, a los pocos días podremos disfrutar de un césped totalmente maduro con el que no habrá que tener precauciones especiales. Se puede implantar con éxito en cualquier estación del año, incluso con condiciones adversas, siempre que se tomen unas mínimas medidas.

El césped obtenido mediante siembra requiere una menor inversión inicial. Se puede seleccionar el tipo de semillas más adecuado, lo cual es también posible con tepes (pero hay algo más de limitación) e incluso podremos realizar nosotros mismos la mezcla que creamos más conveniente.

Sin embargo, la semilla solo se puede sembrar con garantías unas pocas semanas al año. En el interior de la península (como es el caso de la Comunidad de Madrid) generalmente la época óptima coincide con el mes de abril y un poco de mayo en primavera, y el final de septiembre y octubre en otoño.

Después de la siembra y antes de la germinación hay que tener cuidado con hormigas y pájaros que suelen comerse parte de la semilla. Además, las lluvias fuertes pueden arrastrarla y crear calvas que habrá que resembrar.

Una vez germinada la semilla y teniendo una pradera cubierta y densa, esta no se podrá usar sin precauciones hasta prácticamente un año después, pues se trata de plántulas jóvenes muy vulnerables al pisoteo, la sequía o las temperaturas extremas. Por tanto el esfuerzo y el coste en mantenimiento serán altos.

Valora, elige, y disfruta de tu pradera. O también, te podemos asesorar para que escojas la mejor opción.

Siendo directos, en nuestra opinión la aplicación del mantillo es una práctica que debe ser desterrada de los trabajos del jardín.

El mantillo, en la teoría, es el abono resultante de la fermentación y putrefacción de estiércol o de otras materias orgánicas que a veces se mezclan con cal u otras sustancias.

En la práctica esto no es así y lo más frecuente es encontrar un mantillo que es el resultado de la mezcla de lodos de depuradora con tierra o en el mejor de los casos algo de estiércol animal mal descompuesto.

La aplicación de estos productos sobre la tierra de plantación o, peor todavía, sobre el césped aporta muy poco en cuanto a la mejora de la estructura del suelo (en los análisis que se realizan del producto apenas llega al 18% de materia orgánica sobre la materia seca total) y nada a su nutrición, pues el tiempo para que esta materia orgánica se mineralice y se transforme en sales asimilables por las plantas es de, al menos, dos años.

Por el contrario, estos productos suelen estar llenos de semillas de plantas adventicias que incorporaremos a nuestras plantaciones y praderas, que se convertirán en competencia por los recursos de agua y nutrientes y que requerirán muchísimo esfuerzo de mantenimiento para su erradicación.

Existen en la actualidad un buen número de productos orgánicos naturales (como el humus de lombriz) o resultado de un proceso en laboratorio (como el Guanumus®; Ever 7®, etc…) homologados por la UE para el cultivo ecológico y que proporcionan, tras su aplicación, la materia orgánica suficiente para enriquecer suelos, y los nutrientes asimilables por las plantas.

Su aplicación no requiere de pesados trabajos de extensión con pala y carretilla y su precio es muy asequible, con lo que sumando costes es más rentable que el mantillo.

El cuidado del medio ambiente es fundamental para nosotros, por eso siempre intentamos estar al tanto de las novedades y los productos más saludables con nuestro entorno y más rentables para nuestros clientes porque si tú estás contento con tu jardín, nosotros también lo estaremos.

No le des más vueltas, la respuesta es sencilla: NUNCA.

La poda es una decisión humana que responde a necesidades, caprichos, o gustos de los humanos. Pero los árboles no la “necesitan”.

Las podas se pueden realizar por varios motivos, uno de ellos, el más claro, es por obtener una mejor producción de fruta. En los árboles que utilizamos en agricultura, buscamos alimento, buena producción y salud. En ese caso hay una serie de técnicas que conviene aprender para lograr este objetivo.

En otras ocasiones se realizan podas de formación o podas sanitarias. Estas podas se dan en jardinería y se realizan cuando queremos conseguir que el árbol tenga un tipo de desarrollo que a nosotros por estética o por seguridad nos puede resultar conveniente.

Estas podas se suelen hacer en ejemplares jóvenes y no suelen causar grandes heridas ni traumas al árbol, con lo que se recupera bastante bien de ellas.

En las podas sanitarias se trata de evitar que determinados crecimientos puedan causar futuras heridas al árbol por roce, y también eliminan ramas secas o ramas que puedan ser peligrosas por haber sufrido algún incidente.

Otras veces se realizan podas de reducción de copa. Estas se suelen realizar cuando un ejemplar está cercano al fin de su ciclo vital o ha sufrido algún trauma o enfermedad y va secando sus ramas más altas. Su copa se reduce para evitar accidentes y para intentar reconstruir y agrupar al árbol.

En ocasiones se reducen las copas porque el árbol es demasiado grande para el espacio que dispone y entonces causa molestias y perjuicios. Para evitarlos se realizan trabajos de reducción que el ejemplar no necesitaría en otras condiciones. Todos estos gastos y molestias se habrían evitado fácilmente habiendo sido cuidadosos en la selección de la especie a plantar.

Si quieres conocer más sobre los principales tipo de poda que hay y cuándo se hacen, no te pierdas el post Cómo podar como un profesional las plantas de tu jardín.

Lamentablemente en muchas ocasiones se recurre a la poda por puro desconocimiento e irresponsabilidad y esto sólo genera problemas y gastos futuros, pues muchas especies, una vez que han sido salvajemente mutilados, se recuperan con mucha dificultad, se generan pudriciones en su estructura y crecimientos descompensados y a menudo peligrosos que requerirán de una continua atención y mucha inversión en su mantenimiento.

Una vez entendido que los árboles no necesitan poda, si encuentras alguna razón para podar un árbol ya sea por tamaño o estabilidad, debes acudir a un profesional competente o a una empresa de jardinería en Madrid. Ahorrarás tiempo, dinero y el árbol te lo agradecerá.

Entre nuestros servicios realizamos labores de arboricultura, cuidando al árbol para que sufra lo mínimo posible y manteniendo la seguridad para que la poda no pueda ocasionar daños.

Si estás considerando instalar en tu jardín una pradera natural, has de saber que existen alternativas al césped con las que se puede obtener un magnífico resultado y que cada vez son más utilizadas en el diseño de jardines modernos.

Lo importante a la hora de seleccionarlas es pensar qué uso se le va a dar a la pradera.

¿Va a ser un sitio de paso? ¿Va a soportar mucho pisoteo? ¿Va a estar al sol o a la sombra? ¿Nos interesa que haya floración o es indiferente?

Para cada una de estas preguntas existe una solución, una opción para crear una pradera diferente.

  • Si está al sol y recibirá pisoteo, podremos optar por Phyla nodiflora;
  • si por el contrario está a la sombra o semisombra y va a recibir un pisoteo moderado, podremos elegir Dichondra repens;
  • si no va a ser pisado y va a constituir un fondo visual podremos elegir Hemerocallis spp. o Liriope muscari con espléndidas floraciones y resistencia (en particular esta última) a cualquier exposición solar.

La ventaja en todos los casos será el ahorro en consumos de agua y un considerable descenso de las horas de mantenimiento que precisan. Como decíamos hay soluciones para cada uno de los casos. Sólo hay que investigar un poco y si es necesario pedir el asesoramiento de una empresa experta en jardinería y paisajismo.

¿Te gustan los estanques? a nosotros nos apasionan. Es un placer disfrutar del sonido del agua, del reflejo de la luz, del espejo del cielo y del jardín sobre la lámina de agua…

Quizás si ya tienes un estanque o si estás considerando construir uno en tu jardín, has pensado en introducir animales en el mismo, peces o tortugas suele ser lo más habitual.

Lo primero a considerar es que no se deben mezclar nunca, son incompatibles. Si ya tienes peces, no introduzcas tortugas y viceversa.

También debes tener en cuenta que para que estos animales vivan bien el estanque, este debe cumplir unas condiciones de tamaño, profundidad y forma:

  • El tamaño del estanque determinará el número de ejemplares de cada especie que puede albergar.
  • La profundidad tiene que permitir que los peces busquen refugio de las heladas en el invierno, estimándose un mínimo de 60 cm.
  • En cuanto a la forma, puedes elegir la que mejor se acomode, pero deberás pensar en que si vas a tener tortugas, debes procurar un estanque con pendientes suaves, inferiores a los 45º.

Por último, pero quizás lo más importante, debes considerar la capacidad del filtro del estanque, dependiendo de la especie elegida, tendrás que aumentar la potencia del filtro, por ejemplo para un estanque con peces Koi tendrás que elegir un filtro con el doble de potencia que para otro tipo de peces. Y aún mayor si se trata de tortugas.

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