¿Qué significa diseñar un jardín con sombras?
Para mí, una de las cuestiones fundamentales a resolver en un entorno como el nuestro (me refiero a la mayor parte de la Península Ibérica) de veranos con calores extremos y una irradiación solar tan intensa es la incorporación de la sombra. Encuentro imprescindible dotar al jardín de sombra para no convertirlo en un espacio inhabitable y hostil.
Y una de las cuestiones a investigar, aparte de encontrar la forma adecuada de proporcionarla, es como usarla para el beneficio artístico del proyecto. La sombra proyectada es un dibujo dinámico que se realiza siempre que exista un foco de luz natural (el sol o la luna) o artificial.
Todos los elementos materiales empleados en un proyecto arrojan sombras. Es por tanto un elemento que siempre está presente y por tanto… ¿Por qué no beneficiarse de él?
Elegir adecuadamente el contorno de una hoja, la estructura de un árbol, o la trama de sujeción de una enredadera. Elegir la superficie donde se proyectará, el color y textura de esta, la hora en que esta sombra será visible desde una determinada ubicación en el jardín, la selección de los elementos de iluminación con que se conseguirán los mejores resultados…
Encuentro particularmente fascinante el poder de sugerencia de una sombra que me permite adivinar, anticipar, inventar formas, colores y proporciones y construir un universo paralelo, que convive en el mismo espacio y en el mismo tiempo con el mundo de la materia que origina la sombra.
El juego con la sombra nos introduce en lo inmaterial y dota al proyecto, y en consecuencia al jardín, de una dimensión más. Añade un intangible a la lista de elementos con los que nuestro imaginario va a componer y adueñarse del espacio.