Los rosales son una de las plantas favoritas para todas y todos, ¿quién de los que tenemos un jardín no hemos tenido alguna vez un rosal? Su floración y colores hacen que nuestro lugar de descanso sea mucho más reconfortante y acogedor.
Por este motivo, vamos a hablar hoy de cómo mantenerlos de cara al invierno y sus cuidados.
Ubicación
Sin lugar a dudas, el mejor espacio para mantener los rosales es un suelo profundo, mullido y que sea capaz de mantener la humedad sin anegarse. Idealmente, y en el lugar donde mas cómodos se encuentran es en un entorno soleado y aireado, sin embargo, hay muchas especies que también se desarrollan en media sombra.
Es importante evitar lugares demasiado húmedos o secos, y extremadamente cálidos pues nuestros rosales se marchitarán rápidamente y serán más propensos a las plagas.
Cuándo transplantar
La temporada favorita de los rosales para el trasplante es el otoño. Si lo hacemos de esta forma, tendrán el tiempo suficiente para poder formar y desarrollar su sistema radicular antes de que llegue el frío del invierno.
Esta época es ideal porque aún existen días cálidos pero la intensidad del sol ya va descendiendo considerablemente.
Antes de trasplantar
Si partimos de un rosal de raíces desnudas, lo primero será hidratarlas durante la noche previa; pero si partimos de un cepellón, no necesitarás esta hidratación previa.
Prevé el lugar de plantado, idealmente al sol ya que este será el que haga que nuestro rosal florezca. Nunca elijas una ubicación cerca a un muro, nuestra planta necesitará espacio para crecer libremente – ¡puede llegar a medir hasta 5 metros! -. Por último, trata que el lugar elegido no esté expuesto a grandes corrientes de aire.
Prepara el terreno
El primer paso será cavar un espacio lo suficientemente grande dependiendo de la densidad de las raíces. Luego, deberíamos enriquecer la zona con un mantillo o un abono que ayude a nutrir las raíces.
Trasplante
Ahora, todo preparado, es el momento de sembrar. Al igual que cualquier otra especie, tendremos que apisonar el terreno para evitar que existan bolsas de aire, de esta forma ayudaremos a que enraíce mejor nuestro rosal.
Durante las siguientes semanas al plantado, y antes de que lleguen las noches frías, deberemos regar un par de veces a lo largo del día.
Para conservar las raíces de cara al invierno, lo mejor será cubrirlas de corteza de pino, de esta forma nuestro rosal permanecerá mucho más protegido de las heladas.
Por último, solo queda tener paciencia y esperar cómo la naturaleza sigue su curso, en la primavera dará sus primeras flores y de nuevo, veremos nuestro jardín con colorido y vida.
Si estás pensando en preparar tu hogar de cara a invierno y empezar a preparar las especies de cara al invierno, recuerda que desde Alnus podemos ayudarte. Nuestro servicio integral de jardinería hará que independientemente de la estación del año, tu jardín, sea el espacio favorito de tu casa.